“Ir a donde la gente está, y la gente está en la web social”. Esa frase me hizo reflexionar porque encierra un poderoso mensaje que muchas instituciones no están oyendo, u oyen poco, pues siguen concentrando el 100% de sus esfuerzos de difusión en los medios tradicionales. Ver la nota de prensa que redacté publicada en un medio impreso aún mantiene ese feeling de satisfacción por el trabajo bien hecho. Pero, ¿estamos enviando la nota de prensa a donde la gente está? Probablemente sí, pero en parte.Para muchas empresas o instituciones, su público objetivo sigue siendo las personas que leen los diarios, encienden RPP por las mañanas o ven en las noches los noticieros. Lo malo de este esquema es que es pasivo porque no permite recoger el sentir del público hacia mi producto o servicio. Ello, sin embargo, cambió. Hoy, en la charla introductoria José Luis Orihuela, nuestro bloguía de la Universidad de Piura, nos contó una anécdota de un muchacho que reclamó en un blog porque la fábrica de fideos de letras de su preferencia no producía ni la “v” ni la “w”. Tal fue el poder de este blog, que la empresa empezó a producir esas letras, salvando algunos problemas técnicos. La lección es clara. La democratización de la opinión, gracias a la web social, se ha convertido en el “Rotafono”, para ponerlo en términos peruanos, donde el más común de los mortales opina, se queja o felicita por algún producto o servicio recibido. No recuerdo en qué blog, cientos de peruanos se quejaban de la campaña de helados Donofrio que ofrecía todos los productos a 1 sol. ¿Recuerdan? Frustración total porque no pude conseguir a ningún heladero dispuesto a venderme el Mega a ese precio.
Ahora, frente a la PC de nuestro primer taller de este seminario, donde hago mis pininos en la blogósfera, comprendo tres aspectos a considerar en la comunicación institucional en el actual contexto de desarrollo de la web. Primero, hay miles, millones de personas que no necesariamente lean los diarios impresos pero se informan en la web. Como institución, a ellos también les debo informar usando sus medios (Facebook, flickr). Segundo, ello implica retos y sobre todo, riesgos. Lanzarse a navegar por la blogósfera sin antes fijarse de tener al abecedario completo en la bolsa de fideos, puede ser fatal. Pero es más fatal no hacer nada por cambiarlo. Ello me lleva a un tercer punto, la comunicación corporativa o institucional deb estar ahora más alerta que nunca pues podríamos caer en manos de un consumidor bloguer insatisfecho que podría resetear la imagen de nuestra institución.
Endomarketing scribe en su blog sobre este tema en su entrada "Web social ¿impacta en la comunicación interna?" .